Debe ser de conocimiento para todos los usuarios que utilizan la tecnología el saber navegar e implementar de forma segura y adecuada los procesos para ejecutar una tarea determinada, mitigando los riesgos de la mayor forma posible, cuidándose de un ciberataque en el ámbito laboral y en el entorno de su vida personal en un ambiente tecnológico.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) recibe anualmente alrededor de cien mil (100,000) casos reportados de ciberataques. Diariamente existen nuevas formas de los ciberdelincuentes para violar la seguridad informática de las organizaciones.
Las empresas más atacadas y vulnerables son las Pequeñas y Medianas empresas (PYMES), ya que no cuentan o no se toman en serio las medidas de seguridad necesarias como la constante actualización de los aparatos tecnológicos, utilización de las medidas y configuraciones adecuadas para determinados aparatos tecnológicos, así como la implementación de asesoría en ciberseguridad del personal, y las realizaciones de copias de seguridad periódicas de datos informáticos, entre otras.
Todavía en el presente año es normal para las organizaciones implementar el trabajo a distancia (Teletrabajo), es decir, que el colaborador trabaja a distancia desde otro lugar fuera de la oficina.
Esto hace aún más vulnerable los documentos importantes de una organización en cuanto a recibir un ataque cibernético, introduciendo las credenciales de un determinado software de forma externa, conectándose de manera remota a los servidores de la empresa, entre otras necesidades.
Para continuar el trabajo a distancia, la red está propensa en cualquier momento a recibir un ataque y es por esta razón que se debe ser consciente de los protocolos de seguridad a seguir para cubrirnos y minimizar los riesgos de un ciberataque que coloque la empresa contra la espada y la pared.
Si los empleados de una organización son asesorados sobre ciberseguridad, la empresa correrá menos riesgo de tener un ciberataque que pueda permitir perder información valiosa que se traduzca en pérdidas irremediables para la empresa.
Es por esta y muchas otras razones que las organizaciones que utilicen la tecnología deben tomar precaución, asegurándose de cumplir con los estándares establecidos y asesorarse con expertos en la materia de ciberseguridad para estar a la vanguardia ante un ataque tecnológico.
Todos estamos propensos a ser víctima de este delito y con las precauciones citadas anteriormente, nos lleva a mitigar el riesgo, saber cuál fue la vulnerabilidad y de dónde vino el ataque para que permita crear un plan de contingencia para suprimir el agravio y continuar con el desarrollo de la organización. Debemos tener claro que las empresas siempre son vulnerables a recibir ataques cibernéticos de varias índoles, y de acuerdo a la magnitud del valor de la información que cae en manos equivocadas, dependerá el impacto que pueda repercutir en la organización.